
Las crónicas de Monzón relatan la antigua tradición de procesionar hasta el santuario el lunes de Pascua. Allí se decía misa y sermón. Acudían religiosos y autoridades. También todos los vecinos de Monzón. Actualmente se engalanan carrozas, y se cantan y bailan jotas. Además, se reparte longaniza.
La asistencia es siempre multitudinaria. Gracias a los vecinos que colaboran con su mantenimiento, el lugar luce siempre fantástico. Los espacios adyacentes, los caminos, la cruz de término y los lugares que usan los montisonenses gozan de una excelente restauración. Todo ello hace de la jornada de La Alegría un día de unión magnífico para vecinos, amigos, familiares, entre otras personas de la comarca. En 2018, hasta 10.000 romeros acudieron a la cita tradicional.